Hace poco más de dos meses, mi esposa sufrió una fractura de húmero que requirió su internación en una clínica, una cirugía y tratamientos fisioterapéuticos. Toda esta situación —nueva para mí— fue el disparador de una serie de reflexiones sobre el universo médico, sus complejidades y sus actores (médicos, cirujanos, enfermeros, instrumentistas, anestesistas, etc.), reflexiones que no me había planteado anteriormente. A continuación, se exponen algunas de estas ideas, inspiradas especialmente en el planteo del sociólogo Richard Sennett en su libro “El artesano”.
Foto de Antoni Shkraba Studio: https://www.pexels.com/es-es/foto/manos-boligrafo-escritura-escribiendo-5214962/En un mundo cada vez más dominado por la alta tecnología y la producción en masa, la palabra "artesanía" evoca imágenes de talleres polvorientos y manos hábiles que crean objetos únicos con dedicación y paciencia. A primera vista, la conexión entre esta tradición milenaria y la medicina moderna, con sus laboratorios y equipos de vanguardia, podría parecer insignificante. Sin embargo, una mirada más profunda podría revelar que la artesanía no solo ha sido un pilar fundamental en el desarrollo de la medicina a lo largo de la historia, sino que sigue desempeñando un papel crucial, aunque muchas veces subestimado, en la atención médica contemporánea.
Los inicios de la la medicina
Desde los inicios de la civilización, la medicina fue inherentemente artesanal. En primera instancia, chamanes, curanderos y primeros médicos no contaban con fármacos ni dispositivos de diagnóstico complejos. Su arsenal consistía en el uso de hierbas, ungüentos preparados meticulosamente, vendajes tejidos y, eventualmente, instrumentos quirúrgicos forjados y afilados individualmente.
La preparación de “remedios” consistía en la creación de pociones e infusiones. Exigía un conocimiento profundo de las plantas, sus propiedades y las técnicas precisas de extracción y mezcla. Este era un arte que se transmitía de generación en generación, perfeccionándose con cada experiencia. La exactitud en la dosificación y la calidad de los ingredientes dependían directamente de la pericia del artesano herbolario.
Por otra parte, la “fabricación de Instrumentos” como bisturís, fórceps, agujas y otros instrumentos médicos primitivos no se producían en serie. Eran objetos hechos a mano por herreros y artesanos que dominaban el trabajo del metal, el hueso o la madera. La calidad de estos instrumentos era vital para el éxito de los procedimientos: un bisturí mal afilado o un fórceps defectuoso podían significar la diferencia entre la vida y la muerte. La adaptación ergonómica, el peso y el equilibrio de estas herramientas eran el resultado de un diseño intuitivo y una ejecución experta.
Finalmente, las primeras prótesis y dispositivos ortopédicos también eran el resultado de un ingenio artesanal. Desde simples muletas de madera hasta rudimentarias extremidades artificiales, cada pieza se adaptaba individualmente a las necesidades del paciente, reflejando una comprensión temprana de la biomecánica y la anatomía.
Con la llegada de la Revolución Industrial y los avances tecnológicos de los siglos XIX y XX, la medicina experimentó una transformación radical. La producción en masa de medicamentos y equipos médicos, la estandarización de procedimientos y la creciente dependencia de la tecnología llevaron a una percepción de que la artesanía se había vuelto obsoleta. La eficiencia y la reproducibilidad se convirtieron en los nuevos paradigmas.
En ese contexto, la aparición de la química farmacéutica permitió la síntesis de medicamentos a gran escala, reemplazando en gran medida la preparación individualizada de remedios. Por otra parte, la fabricación en serie de instrumental quirúrgico garantizó uniformidad y esterilidad a gran escala. Finalmente, la radiografía, la tomografía computarizada y la resonancia magnética reemplazaron, en parte, la necesidad de una palpación o examen físico exhaustivo, trasladando el foco del "tacto" a la "imagen". Sin embargo, esta transición no eliminó por completo el elemento artesanal. Simplemente lo transformó y, en algunos casos, lo hizo menos visible.
La Artesanía Reconfigurada en la Medicina Contemporánea
Hoy en día, la artesanía sigue siendo un componente vital en muchos aspectos de la medicina, aunque a menudo se manifiesta de formas más sutiles y especializadas.
- Cirugía de Precisión y Microcirugía: A pesar de los robots quirúrgicos, la mano del cirujano sigue siendo insustituible. La microcirugía, por ejemplo, exige una destreza manual extrema, coordinación ojo-mano y un sentido táctil exquisito que se asemejan a las habilidades de un artesano. Coser vasos sanguíneos diminutos o reconstruir nervios requiere una delicadeza y precisión que solo se adquieren con años de práctica y perfeccionamiento. Los cirujanos plásticos, neurocirujanos y oftalmólogos, entre otros, son en muchos sentidos "artesanos" que esculpen y reparan el cuerpo humano.
- Prótesis y Órtesis Personalizadas: Aunque la tecnología 3D ha revolucionado el diseño y la fabricación de prótesis, el toque artesanal sigue siendo crucial. La adaptación personalizada de una prótesis a las particularidades anatómicas y funcionales de cada paciente, el ajuste preciso, la selección de materiales y el acabado estético requieren la pericia de un técnico protésico que combina conocimientos científicos con habilidades manuales. Estas no son piezas genéricas; son extensiones del cuerpo del paciente, y su éxito depende en gran medida de la artesanía involucrada en su fabricación.
- Odontología: La odontología es un claro ejemplo de la persistencia de la artesanía. La elaboración de coronas, puentes, carillas y dentaduras exige un dominio meticuloso de materiales, un ojo para la estética y una precisión micrométrica. Los técnicos dentales son verdaderos artesanos que modelan, pulen y ajustan cada pieza para que se integre perfectamente con la anatomía del paciente. La implantología y la ortodoncia también requieren un alto grado de destreza manual y un entendimiento tridimensional.
- Rehabilitación y Terapia Ocupacional: Los terapeutas ocupacionales a menudo diseñan y fabrican ayudas técnicas personalizadas para pacientes con discapacidades. Esto puede ir desde modificaciones en utensilios de cocina hasta dispositivos de asistencia para la movilidad, cada uno adaptado a las necesidades específicas del individuo. Este es un trabajo que combina el conocimiento médico con la creatividad y la habilidad para construir y adaptar.
- Farmacia Magistral: Aunque la farmacia moderna se asocia con la dispensación de medicamentos producidos en masa, la farmacia magistral (o formulación magistral) sigue siendo una práctica vital. Aquí, los farmacéuticos preparan medicamentos personalizados según las necesidades específicas de un paciente, ajustando dosis, formas farmacéuticas o eliminando alérgenos. Esta preparación "a medida" requiere una precisión, conocimiento de la química y una habilidad para la mezcla y formulación que se asemeja a la artesanía de antaño.
- Empatía y el "Toque Humano": Más allá de las habilidades manuales, la esencia de la artesanía en la medicina también reside en el "toque humano" y la atención individualizada. Un médico que examina a un paciente con atención, que palpa con sensibilidad, que escucha con empatía y que se toma el tiempo para explicar y educar, está aplicando una forma de "artesanía" relacional. Esta conexión humana, a menudo subestimada en la era de la medicina de alta velocidad, es fundamental para la confianza del paciente, el cumplimiento del tratamiento y la curación. La habilidad para comunicar diagnósticos complejos de manera comprensible, para ofrecer consuelo y para construir una relación de confianza son habilidades que, si bien no son "manuales", sí son "artesanales" en su dominio y refinamiento.
El Futuro: Integrando Artesanía y Tecnología
El futuro de la medicina no implica una elección entre artesanía y tecnología, sino una integración inteligente de ambas. Las impresoras 3D pueden crear modelos anatómicos personalizados para planificar cirugías complejas, pero el cirujano sigue siendo el que realiza la intervención con su destreza. Los robots pueden asistir en la sala de operaciones, pero la intuición, la capacidad de adaptación y la experiencia del cirujano humano son irremplazables.
La artesanía en la medicina es un recordatorio de la importancia de la individualización y la atención al detalle. En un sistema de salud que a menudo busca la eficiencia a través de la estandarización, reconocer y valorar el componente artesanal nos permite recordar que cada paciente es único y que la curación a menudo requiere un enfoque personalizado, un toque experto y una dedicación que va más allá de un simple protocolo.


.jpg)

Comentarios
Publicar un comentario